Los desafíos del desarrollo académico en Radiología son siempre crecientes. Por un lado aparece la necesidad o el interés de crear nuevo conocimiento, actualizar o complementar lo que ya sabemos, y últimamente se agrega el saber que tan bien respondemos a las inquietudes generadas por nuestros colegas clínicos. La labor de la interpretación de las imágenes, su precisión y asertividad sólo rinde frutos cuando va aparejado con el hecho de transmitir información válida y útil para el médico que solicita el estudio. Este concepto es transmitido por generaciones de radiólogos en el proceso de formación de nuevos colegas, sin embargo, comprobar que esta acción realmente se cumple no es tan habitual.
El informe radiológico es la expresión de la habilidad y conocimiento de interpretar las imágenes, lo cual necesariamente va asociado a la aptitud de poder transmitir esos elementos en un lenguaje claro, certero e idealmente breve. La necesidad de inmediatez de resultados, generado por una medicina cada vez más dependiente del apoyo diagnóstico de las imágenes, no puede hacernos abandonar la ruta de una mejor aproximación a la patología de nuestros pacientes. Sólo en la medida que podamos recoger la inquietud clínica, y canalizarla adecuadamente, seremos útiles integrantes del equipo tratante.
Requerimos analizar esta variante, estudiar y analizar críticamente nuestro accionar e integrarnos cada vez más en procesos de toma de decisiones informadas. La subespecialización es una forma de acercar los equipos, al dialogar y discutir los casos con terminologías en común, aportando la información valiosa que el clínico requiere. Otra forma, que se desarrolla actualmente en el seno de las sociedades radiológicas de Europa y EE.UU., es el uso de reportes estructurados.
El reporte estructurado es una forma de optimizar el conocimiento y aptitud de identificar patologías, en el contexto de un andamiaje de reporte, que permite claridad y asertividad, pero por sobre todo reduce la omisión de información relevante para la toma de decisiones clínicas. En un mundo donde la tendencia de pasar de un reporte cualitativo (impresiones visuales) a un reporte cuantitativo (estimaciones numéricas o cuantificaciones) requiere cambios en esta dirección. Sin duda que las modificaciones de tendencias toman tiempo, requiere cambios de mentalidad de ambos actores, sin embargo, el futuro inmediato requiere que estemos preparados para adaptarnos a un mundo más integrado. La participación del radiólogo debe ser determinante en un accionar clínico, y el conocer indicaciones de manejo dado por parámetros cuantitativos derivados de las imágenes, no puede ser abandonada por nosotros, pues ante la necesidad otros actores lo tomarán.
Invitamos a toda la comunidad radiológica a embarcarse en investigación cuantitativa y ser parte de este desafío creciente.
SILVA FUENTE-ALBA, Claudio. La necesidad de inmediatez de resultados: uno de los grandes desafíos en Radiología. Rev. chil. radiol. [online]. 2012, vol.18, n.2, pp. 47-47. ISSN 0717-9308. doi: 10.4067/S0717-93082012000200001.
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